Con todas las posibilidades que ofrece el mercado del lubricante, a veces es difícil escoger ¿Qué conceptos básicos tienes que saber? Te damos algunas ideas:
Ten en cuenta su finalidad:
Los lubricantes son esenciales para reducir la fricción y disminuir el desgaste y el calor generado.
Podemos encontrar las siguientes categorías:
- Aceites: Son los más comunes. Se clasifican según su origen (mineral, sintético o biológico) y su viscosidad (medida de resistencia a fluir).
- Aceites minerales: Derivados del petróleo, son los más económicos. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, desde motores de combustión interna hasta maquinaria industrial.
- Aceites sintéticos: Producidos en laboratorio, ofrecen una mayor estabilidad térmica y oxidativa, lo que los hace ideales para condiciones extremas de temperatura y presión. Se utilizan en aplicaciones como motores de competición, combustión interna, maquinaria de precisión…
- Aceites biológicos: Derivados de fuentes renovables, son biodegradables y menos dañinos para el medio ambiente. Se utilizan en aplicaciones donde la protección ambiental es una prioridad, como la agricultura y la industria alimentaria o marítima.
- Grasas: Son lubricantes semisólidos compuestos por un espesante (lítico, cálcico…) y un aceite base. Se utilizan en aplicaciones donde se requiere una lubricación de larga duración y una mayor resistencia a la pérdida por goteo.
- Lubricantes sólidos: Son compuestos sólidos como el grafito, el disulfuro de molibdeno o el PTFE (teflón), que reducen la fricción al formar una película sólida entre las superficies en contacto. Se utilizan en aplicaciones donde se requiere una lubricación en condiciones extremas de temperatura o presión, o donde los lubricantes líquidos no son adecuados.
- Lubricantes penetrantes: Son líquidos de baja viscosidad diseñados para penetrar en espacios estrechos y desplazar la humedad y la suciedad. Se utilizan para liberar piezas oxidadas o atascadas.
Conociendo estas definiciones básicas ¿Cómo seleccionamos el lubricante más adecuado?
Tendremos en cuenta algunos factores, por ejemplo:
- Tipo de material de trabajo: Metales ferrosos, no ferrosos, plásticos…
- Condiciones de operación: Temperatura, presión, velocidad, carga…
- Entorno: Presencia de agua, polvo, productos químicos…
- Tipo de fricción: Deslizamiento, rodamiento…
¿En qué propiedades me tengo que fijar?
- Viscosidad: Mide la resistencia de un fluido a fluir.
- Índice de viscosidad: Mide la variación de la viscosidad con la temperatura.
- Punto de inflamación: Temperatura a la que un lubricante emite vapores inflamables.
- Punto de escurrimiento: Temperatura a la que un lubricante pierde su capacidad de fluir.
¿Hacia dónde avanza el mercado?
- Lubricantes biodegradables: Mayor demanda debido a la creciente conciencia ambiental. Puedes conocer un poco más visitando esta entrada anterior: https://racingtolua.com/lubricantes-biodegradables-y-alimentarios/
- Lubricantes de baja viscosidad: Para reducir el consumo de energía y las emisiones.
- Lubricantes inteligentes: Con aditivos que responden a las condiciones de operación.
- Lubricación a base de agua: Para aplicaciones donde se requiere una lubricación limpia y no inflamable.
En resumen, la elección del lubricante adecuado es crucial para garantizar el buen funcionamiento de cada equipo y es básico para prolongar su vida útil. Si no hacemos una selección correcta puede llevar a un desgaste prematuro, averías y mayores costos de mantenimiento.
Si buscas orientación específica para algún equipo, contacta con nosotros: info@racingtolua.com